Verde . Esmeralda de la vida, pinta vastas franjas de naturaleza, un tapiz vibrante que pinta una sinfonía vibrante. Este pulso verde nutre no sólo el mundo vegetal, sino también nuestra propia existencia. En el teatro se convierte en un talismán de buena suerte, mientras que en Occidente enciende la llama del progreso.

Inicial. La semilla de tu ser, grabada en los primeros trazos de tu nombre. Susurra de renovación, un fénix que surge de las cenizas, un retoño que brota de la tierra. Ésta es la esencia de un nuevo comienzo, un compromiso con el autodescubrimiento, una promesa sutil de nutrir el yo único que la sabiduría del Ayurveda revelará.

Au comienzo... En los fragantes albores de los tiempos, Ayurveda abrazó el poder del olor. Aceites esenciales, secretos susurrados de sabiduría antigua, danzados en los vientos, transportados por el humo del incienso, absorbidos a través de la piel, inhalados en alientos sagrados. Este es el lenguaje de la aromaterapia, una sinfonía de curación, un puente entre el cuerpo y el alma.